El 70 por ciento de las enfermedades oculares se relacionan con problemas de malnutrición, tanto por un defecto como por un exceso de nutrientes, de ahí la necesidad de llevar una alimentación sana y equilibrada, según los expertos. Así lo ha señalado a Efe el doctor Vicente Zanón Moreno, responsable de una nueva vía de estudio para probar la relación que existe entre la alimentación y el glaucoma, patología caracterizada por una presión intraocular elevada, atrofia del nervio óptico y pérdida del campo visual (segunda causa de ceguera en España).
"Hay que seguir una dieta adecuada, dejar de comer con las prisas con las que se come hoy en día y centrarse en lo que tenemos: la dieta mediterránea, la cual es muy saludable, pero que poco a poco se va perdiendo", ha remachado este investigador.
Los alimentos más recomendables son aquellos ricos en vitaminas del grupo B (cereales, frutos secos y verduras); del grupo A (necesarias para la visión nocturna y que se encuentran en las zanahorias, espinacas, tomates o melocotones; del C (cítricos y pimientos); y del E (espárragos, lechuga o los guisantes). También son aconsejables los alimentos ricos en antocianidinas, como las cerezas, frambuesas, manzanas o ciruelas, que contribuyen a reparar las células nerviosas de la retina aportando mayores nutrientes al ojo, y la ingesta de minerales (en el apio o patatas) y los aceites grasos esenciales (por ejemplo, el aceite de girasol).
Zanón lleva a cabo, en concreto, una investigación sobre el glaucoma a través de la nutrigenómica, una ciencia que indaga en el efecto de la nutrición a nivel molecular y genético, por el que podrían tratarse las enfermedades relacionadas con el metabolismo gracias al diseño de dietas personalizadas, según el Ciberobn.
Se puso en marcha en enero de 2010 en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y en colaboración con la Universidad de Harvard. La investigación busca averiguar si existe alguna asociación entre esta patología y algunos cambios puntuales(polimorfismos) en genes de determinados factores nutricionales, que contribuyan a combatir la citada enfermedad.
El glaucoma es una patología ocular que resta visión de manera gradual. Sin el tratamiento apropiado puede conducir a la ceguera irreversible, según el Ciberobn, que ha apuntado que se estima que este año habrá unos 60 millones de personas afectadas en todo el mundo y ha aconsejado acudir al especialista a partir de los 50 años para hacer chequeos periódicos que controlen la presión ocular.
Los alimentos más recomendables son aquellos ricos en vitaminas del grupo B (cereales, frutos secos y verduras); del grupo A (necesarias para la visión nocturna y que se encuentran en las zanahorias, espinacas, tomates o melocotones; del C (cítricos y pimientos); y del E (espárragos, lechuga o los guisantes). También son aconsejables los alimentos ricos en antocianidinas, como las cerezas, frambuesas, manzanas o ciruelas, que contribuyen a reparar las células nerviosas de la retina aportando mayores nutrientes al ojo, y la ingesta de minerales (en el apio o patatas) y los aceites grasos esenciales (por ejemplo, el aceite de girasol).
Zanón lleva a cabo, en concreto, una investigación sobre el glaucoma a través de la nutrigenómica, una ciencia que indaga en el efecto de la nutrición a nivel molecular y genético, por el que podrían tratarse las enfermedades relacionadas con el metabolismo gracias al diseño de dietas personalizadas, según el Ciberobn.
Se puso en marcha en enero de 2010 en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y en colaboración con la Universidad de Harvard. La investigación busca averiguar si existe alguna asociación entre esta patología y algunos cambios puntuales(polimorfismos) en genes de determinados factores nutricionales, que contribuyan a combatir la citada enfermedad.
El glaucoma es una patología ocular que resta visión de manera gradual. Sin el tratamiento apropiado puede conducir a la ceguera irreversible, según el Ciberobn, que ha apuntado que se estima que este año habrá unos 60 millones de personas afectadas en todo el mundo y ha aconsejado acudir al especialista a partir de los 50 años para hacer chequeos periódicos que controlen la presión ocular.
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