La actriz y cantante, líder de Black Eyed Peas, es supertalentosa... pero su vida privada es un misterio.
La última vez que vimos a Fergie se veía terriblemente sexy. Vestida con un catsuit de cuero que entallaba todo su cuerpo y le daba un aire de diablita, caminaba enérgicamente sobre el escenario con los demás integrantes de Black Eyed Peas. Sí, una chica súper hot. Pero verla así no habría quedado bien en el lugar en el que nos encontramos hoy: estamos en la casa de campo de su esposo Josh Duhamel, en Brentwood, Los Ángeles, una zona que Fergie llama “Wisteria Lane” por su semejanza con la serie Desperate Housewives.
Mientras la esperamos en el comedor con vista a la cancha de golf donde juega Josh, tratamos de imaginarnos con qué look aparecerá Fergie. ¿Veremos a la sofisticada y sexy gatita de la tapa del álbum The Dutchess? ¿O a la chica relajada que muestra su forma de ser en su faceta de cantante solista? ¿La seductora que frecuentemente es fotografiada por los paparazzi con shorts supercortos cuando sale a entrenar por las calles de Los Ángeles, cerca de su casa? Lo cierto es que cuando Fergie aparece en escena está vestida... exactamente de manera opuesta a una bestia sexual: sin maquillaje, con el pelo negro atado con una colita −se lo tiñó a principios de este año− y en ropa de entrenamiento. Es como si pudiese ser quien quisiera en cualquier momento. “¿Sabés que en Italia los tipos católicos tienden a creer que hay dos clases de mujeres: las vírgenes y las chicas fáciles?”, nos cuenta mientras estamos por compartir una caminata por uno de los parques del country. “¿Cuál soy yo? Creo que soy las dos”, dice.
VIDA LOCA, CHICA SANA
De hecho, la personalidad de Fergie tiene tantos aspectos diferentes que es muy difícil seguirle el ritmo: es la cantante líder de Black Eyed Peas, la diva Fergalicious que con su álbum solista vendió más de 6 millones de copias, fue adicta a la metanfetamina y ahora es devota a la hipnoterapia y, según confiesa, es fanática del humus (pasta de garbanzos típico de Oriente Medio); además, como si fuera poco, es una flamante estrella de cine, gracias a su rol en Nine. Es por eso que a ella le ha resultado difícil mantener todas las facetas de su personalidad en orden.
“Me gustaría ser más estructurada, pero no siempre lo logro”, explica la estrella de 35 años. “Había decidido tomarme un tiempo de descanso pero justo me llegó la oferta de Nine y me habría arrepentido toda la vida si la hubiera rechazado. Por eso acepté, y me dejé llevar por mis instintos”.
Bueno, más o menos. Fergie admite estar más cómoda cuando tiene la posibilidad de preparar con tiempo y más descansada cualquier proyecto que emprende. Por ejemplo, mientras se ponía a punto para las audiciones de Nine con el fin de interpretar a una prostituta italiana llamada Saraghina, escuchaba una canción que su personaje debía cantar y la repetía día a día para memorizarla. Esa obsesiva preparación aniquilaría a alguien que no fuera tan talentoso como ella.
“Sus habilidades musicales son realmente espectaculares”, dice Will.i.am, de Black Eyed Peas. “Si le digo: ‘quiero hacer una canción rockera, ella capta mi idea. Si le digo: ‘tengo en mente este ritmo explosivo’, ¡Boom! Ella le hace ganar sentido. Si le digo: ‘tengo esta idea para una balada’, ella la mejora. Tiene la capacidad de hacer lo que quiera. Está bendecida, es superdotada y es muy afilada”.
Si bien tuvo pequeños roles en otras películas como Poseidón y Grindhouse, en Nine Fergie hizo un papel mucho más importante junto a actrices de la talla de Nicole Kidman, Penélope Cruz y la legendaria Sophia Loren.
Pero la verdad es que Fergie siempre ha sido una artista: empezó su carrera a los nueve años en el show de televisión Kids Incorporated, después fue artista invitada de diferentes comedias televisivas hasta que formó el grupo Wild Orchid, en 1996. Su gran salto llegó con Black Eyed Peas, banda en la que comenzó siendo una cantante invitada hasta que le ofrecieron ser miembro estable. ¿Y en el medio de todo eso? Fue adicta a las metanfetaminas.
Seguro que pensás que una vida tan alocada como la de ella podría haberla vuelto loca; pero no: Fergie está en sintonía con la filosofía del new age, y tuvo la amabilidad de traernos una riquísima torta para compartir durante la entrevista. Sí, definitivamente parece ser una linda persona, muy cool, tranquila y relajada.
“Fergie es sorprendentemente normal”, concuerda la actriz Kate Hudson, su coestrella en Nine. “No tiene problemas con nadie. Es una chica con mucha fuerza, pero al mismo tiempo es muy femenina. Si bien es una mujer dura, logra mantener un gran equilibrio entre su carrera y su pareja”.
ENCONTRÓ AL HOMBRE DE SU VIDA
Hace cinco años, Fergie comenzó a salir con Josh Duhamel, un actor buenmozo y musculoso que protagonizó el show de televisión Las Vegas y actuó en la saga de la película Transformers. Se conocieron cuando Fergie tuvo una participación en su programa de tevé; después descubrió que Josh había confesado en una entrevista que se había quedado flasheado con ella después de aquel encuentro. La pareja contrajo matrimonio hace un año en un viñedo de Malibú... pero lo de ellos no fue precisamente amor a primera vista: Fergie había estado solo un año en Black Eyed Peas cuando lo conoció y nos reveló que no estuvo inmediatamente segura de que ese tipo musculoso –ella lo llama su “hombrazo”– fuese “El elegido”. “Podría haber hecho una lista de las cualidades que buscaba en un hombre, pero es imposible encontrarlas todas en una sola persona. Por eso hay que conocer a fondo la personalidad de un hombre. De hecho, descubrir cómo era Josh fue lo que me hizo enamorarme de él”, confiesa.
Igual, estamos seguras de que los abdominales marcadosde Duhamel no la espantaron. Hablando de eso, le preguntamos cómo reaccionó Josh cuando ella tuvo que aumentar ocho kilos para interptetar a Saraghina en Nine. “Cuando llegaba a casa después de estar todo el día metida en el set de filmación, él siempre estabaexcitado”, dice.“Además, Josh se divierte teniendo ambas cosas: disfruta tanto de esa carne extra para agarrar de todos lados, como de mi panza cuando está totalmente chata. Siempre me dice cosas lindas. Jamás tuvo una crítica negativa hacia mí”.
Y es lógico, ¿qué podría criticar de todo el talento sexy de Fergie? Recordemos el traje de cuero con el que se mueve sobre el escenario (y que lució en el video “I Gotta Feeling”). De hecho, es un souvenir de su luna de miel en las Islas Maldivas. La buena voluntad de Josh por aceptar los kilitos de más de Fergie también cuentan para el momento en el que ella decida ser mamá. ¿Se seguirá definiendo como una virgen y a la vez como una chica fácil cuando tenga que cambiar pañales y limpiar los vómitos?
“Creo que es posible ser madre y aun así ser y sentirte sexy”, asegura. Fergie dice que ella y Josh no van a discutir seriamente el tema de ser padres hasta que finalice el tour de Black Eyed Peas, lo cual ocurrirá a fines de este año (cantará en la Argentina el 6de noviembre en GEBA). Llegado ese momento, verá si está más inspirada en lanzar un álbum single o en focalizarse en tener una familia... ¿quién sabe? “Ahora mismo no quiero nada que me nuble el panorama”, nos dice. “Lo único que me interesa es vivir intensamente el presente”.
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