El término sexting define la difusión de contenidos (especialmente gráficos, como fotografías o vídeos), de contenido sexual y producidos por el propio remitente, a través del teléfono móvil o de otros dispositivos tecnológicos.
Los riesgos de dicha práctica son innumerables: vulneración de la privacidad, riesgo de sufrir acoso psicológico, responsabilidades penales (por delitos contra la intimidad y la libertad sexual o la pornografía infantil)... Y el desconocimiento de padres, educadores y jóvenes, muy elevado.
Por ello, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y Pantallas Amigas acaban de publicar la "Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo", donde adultos y menores puede aprender a detectar los riesgos, prevenirlos y minimizar los efectos del sexting, en una sociedad en la que dos de cada tres menores de 10 a 16 años posee un móvil propio.
Según su autores, existe una falta de cultura de la privacidad entre los jóvenes y de consciencia sobre los riesgos de este comportamiento (que van desde la amenaza evidente a su intimidad, a sufrir acoso cibernético o, incluso, a ser chantajeado).
En este sentido, la guía hace hincapié en que cuando se envía una información se pierde el control sobre ella, por lo que insta a los jóvenes a pensar antes de publicar, además de recordar que la propia imagen está protegida por la Ley, y que recibir o tomar una imagen de una persona no da derecho a distribuirla.
Por su parte, anima a los padres a hablar con sus hijos, para que sean conscientes de los riesgos que implica el sexting y para que acudan siempre a un adulto si tienen algún problema con sus datos personales o su imagen en la Red.
¿Has conocido algún caso de sexting?
Por ello, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y Pantallas Amigas acaban de publicar la "Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo", donde adultos y menores puede aprender a detectar los riesgos, prevenirlos y minimizar los efectos del sexting, en una sociedad en la que dos de cada tres menores de 10 a 16 años posee un móvil propio.
Según su autores, existe una falta de cultura de la privacidad entre los jóvenes y de consciencia sobre los riesgos de este comportamiento (que van desde la amenaza evidente a su intimidad, a sufrir acoso cibernético o, incluso, a ser chantajeado).
En este sentido, la guía hace hincapié en que cuando se envía una información se pierde el control sobre ella, por lo que insta a los jóvenes a pensar antes de publicar, además de recordar que la propia imagen está protegida por la Ley, y que recibir o tomar una imagen de una persona no da derecho a distribuirla.
Por su parte, anima a los padres a hablar con sus hijos, para que sean conscientes de los riesgos que implica el sexting y para que acudan siempre a un adulto si tienen algún problema con sus datos personales o su imagen en la Red.
¿Has conocido algún caso de sexting?
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